La pandemia del Covid-19, que está causando estragos a nivel mundial, también ha afectado a nuestra ciudad. En este post te contamos más sobre el coronavirus y otras epidemias de la historia de Alicante.
Nuestros cronistas hablaban de epidemias en los siglos XIV y XV, y términos como cuarentena, cordón sanitario, aislamiento, etc. han sido usados durante siglos.
De hecho en 1484 se empezaron a realizar las primeras cuarentenas en el puerto de Alicante, tratando de evitar que las enfermedades entrasen a nuestra ciudad desde el mar. Algunos estaban aislados durante días, a otros hasta se les quemaba la embarcación.
A partir de ahí, estas son las epidemias más notables que nos azotaron.
Peste de 1559
Durante esta epidemia la ciudad quedó totalmente asolada, no se conocen cifras exactas, pero se cuenta que la ciudad tuvo que ser repoblada.
Testigo de ello es nuestra ermita de San Roque, templo que levantaron los alicantinos en las faldas del monte Benacantil para invocar la protección del santo durante la peste. Por ello fue nombrado copatrón y protector de enfermedades y plagas de Alicante.
Peste de 1648
En esta época, la enfermedad se trataba con aceite, vinagre, ajos o romero, aunque lo más recurrido era encomendarse a los santos que protegían nuestra ciudad: San Nicolás, la Virgen del Remedio y la Santa Faz.
Estos dos últimas protagonizaron célebres procesiones, hasta de forma conjunta, acompañados por cientos de soldados que detonaban sus armas al aire, a la vez que retumbaban cañonazos desde el castillo de Santa Bárbara. Aquí se produjo el gran milagro, pues se cuenta que según avanzaba la procesión por nuestras calles, la epidemia fue desapareciendo.
Durante este episodio de peste se tomaron grandes medidas de aislamiento, creándose el primer cordón sanitario de nuestra historia, prohibiéndose la entrada a los visitantes y la salida de los médicos.
Fueron tantos los fallecidos, que se construyó una zanja para enterrar los cadáveres en uno de los bancales al oeste del monte Benacantil.
1804: fiebre amarilla
Durante esta epidemia fallecieron en Alicante 2.472 personas, alrededor del 20% de sus moradores. Viendo estos datos, el coronavirus está lejos de ser una de las peores epidemias de la historia de Alicante.
El barrio de San Antón fue donde más contagios y defunciones hubo, quedando prácticamente sin habitantes. La calle del Pozo, que sigue teniendo el mismo nombre, fue tapiada y aislada. Pese a los esfuerzos no se pudo contener los devastadores efectos de la enfermedad y el barrio quedó prácticamente sin habitantes. Este abandono, hizo que años más tarde San Antón fuese totalmente destruido, para que no lo usaran las tropas francesas como base para atacar el castillo de Santa Bárbara.
Otra vez más, los alicantinos buscaban en sus oraciones la protección que la medicina no podía brindarles, refugiándose en los templos de la ciudad tratando de ganarse el favor del Altísimo. Como medida de protección para evitar el contagio, sacerdotes daban la comunión a los fieles con una cuchara de un metro de largo.
Como no, la Santa Faz, nuestro comodín divino, también tuvo su momento de gloria, siendo trasladada a lo alto del castillo. La ceremonia se inició con un cañonazo, y prosiguió con la bendición de la ciudad, aireando el lienzo sagrado desde el Macho del Castell.
Una vez remitió la enfermedad, seguramente con la ayuda de nuestra Faz Divina, se iniciaron las celebraciones y agradecimientos con la celebración del Te Deum.
En este momento no puedo evitar imaginar a un Scarpia alicantino en la concatedral de San Nicolás celebrando el desconfinamiento.
Scarpia, el malvado protagonista de la ópera Tosca de Puccini, entonando el Te Deum.
Habitantes Alicante 1804: 13.957
Infectados: 9.473 = 67,87% Población
Fallecidos: 2.472 = 17,7% Población
1854: Cólera-morbo asiático
Hubo 2.000 fallecidos en la ciudad de un total de 30.000 habitantes, y entre ellos ilustres alicantinos como el arquitecto Jover, autor del Teatro Principal de Alicante.
También falleció el gobernador al mando, Trino González de Quijano. Este personaje tuvo un comportamiento ejemplar durante la epidemia, atendiendo a los más desfavorecidos, obligando que los comercios de primera necesidad no cerraran sus puertas y dando recetas gratis de medicamentos. En agradecimiento el pueblo alicantino erigió un monumento en su honor, en actual Panteón de Quijano.
Habitantes Alicante 1854: 30.000
Infectados: n/d = % Población
Fallecidos: 2.000 = 6,66% Población
1870 Fiebre amarilla
Como podéis ver, Manero es más que el nombre de una calle o de un bar referente en nuestra ciudad. Según estudios del médico Manero Mollá, la ciudad tenía 21.700 habitantes en aquel entonces. Las clases más pudientes pudieron emigrar a zonas rurales para intentar evadir el contagio, quedando en la ciudad solo 12.500 alicantinos. De entre ellos 5.300 se contagiaron, pues casi la mitad de nuestra población quedó afectada, y entre ellos 1.300 fallecieron.
Para combatir la epidemia se tomaron medidas como:
- Creación de un centro sanitario aislado para tratar a los pacientes.
- Se ordenó que las posadas fuesen limpiadas diariamente con agua clorada.
- Control para que los comercios no tuvieran alimentos en mal estado.
- Establecer un cordón sanitario a la ciudad para que nadie pudiera entrar.
- Las casas donde había habido enfermos debían ser fumigadas y hasta ocho días más tarde no podían ser ocupadas de nuevo.
Las ayudas económicas para paliar los efectos financieros de la epidemia también fueron escasas, mayormente procedían de donaciones y préstamos de los ciudadanos.
Habitantes Alicante 1870: 21.700
Infectados: 5.300 = 24% Población
Fallecidos: 1.300 = 6% Población
1918 la gripe española
Aquí tenemos que defender lo inapropiado del nombre. Durante la Primera Guerra Mundial, los países beligerantes practicaban la censura en sus medios de comunicación y silenciaron el problema, pero España, al recibir los primeros contagios, publicó los primeros casos al ser un país neutral, propiciando así que la comunidad internacional nos acusara de ser el origen.
En nuestra ciudad se hizo notar, y se tomaron medidas como:
- Desinfectar los barrios más desfavorecidos.
- Aplicación de un impuesto especial.
- Obligación de desinfección de las aceras por parte de los vecinos.
- Quema de colchones y ropas de enfermos.
- Se desaconsejaron los besos y apretones de mano.
- Prescripción del uso de compresas de gasa, las actuales mascarillas, para quien cuidase de enfermos.
El Castillo de Santa Bárbara se ofreció para alojar a los vecinos que fueron desalojados de sus casas, y Tabarca, no como con el coronavirus donde no ha habido ningún contagio, fue uno de los focos más afectados.
Dado el alto índice de mortalidad, se construyó el nuevo cementerio de la ciudad en honor de Nuestra Señora del Remedio, campo santo que seguimos practicando hoy en día.
Habitantes Alicante 1918: 70.000
Infectados: 30.000 = 42% Población
Fallecidos: 342 = 0,48% Población.
La gripe Española y el Coronavirus han sido las dos epidemias de la historia de Alicante en los últimos 100 años.
2020: Pandemia Covid-19
Hoy en día todos sabemos los detalles de esta pandemia que ha paralizado el mundo entero. En nuestra provincia los datos a día 27 de abril de 2020 eran los siguientes:
Habitantes Alicante 2020: 487.113*
Infectados: 1072 = 0,22% Población
Fallecidos: 82 = 0,016% Población.
*Comarca de L´Alacantí, incluye Alicante, San Vicente, Campello, Muchamiel, San Juan de Alicante, Jijona, Agost, Busot, Aguas de Busot y Torremanzanas. Los datos que disponemos son del Hospital General y del de San Juan, que son los que ofrecen cobertura a las citadas localidades.
Coronavirus y otras epidemias de la historia de Alicante.
Fuentes:
LA CIUDAD ANTE EL CONTAGIO: MEDIDAS POLÍTICAS Y ADMINISTRATIVAS DICTADAS EN LA EPIDEMIA DE FIEBRE AMARILLA DE 1804 EN ALICANTE: Mercedes Pascual Artiaga
EPISODIOS DE LA CIUDAD DE ALICANTE: Gerardo Muñoz Lorente
DIARIO INFORMACIÓN.
LA EPIDEMIA DE FIEBRE AMARILLA DE 1870 EN ALICANTE: Guillermo Seguí Marco